Cinco razones para elegir la Universidad de Essex

Essex Eduardo

¡Hola! Mi nombre es Eduardo Flores Olayo, originario de Tlaxcala, profesor de Ingles a nivel secundaria, el motivo de este texto es invitarte a estudiar en la Universidad de Essex, localizado en Colchester, Essex, Reino Unido. Estas son las cinco razones en las cuales te invito a estudiar en esta increíble universidad:

 

1.    Acompañamiento desde el primer día

Al momento de empezar con los tramites, la encargada de reclutamiento de la Universidad de Essex para América Latina me invito a una reunión para darme a conocer los beneficios de estudiar en la universidad, así como las becas disponibles, de igual manera me puso en contacto con la University of Essex- Mexican Society la cual me invitaron a una platica para darnos a conocer todo lo referente a las instalaciones, sociedades, programas y demás temas relacionados a estudiar en la universidad. 

Este proceso me llamo la atención pues te hacen sentir parte de la universidad desde la primera reunión y eso es algo que muy pocas veces había visto, el conocer a los antiguos estudiantes y que te apoyen en el proceso eso es algo que realmente ayuda mucho.


2.    Sociedades

La universidad tiene muchísimas sociedades y grupos culturales a las cuales te puedes unir sin ningún problema y de acuerdo con tus intereses en común te puedes unir, en mi caso forme parte de las sociedades de ajedrez, cine, católica, viaje, española, latina y de astronomía. Sin embargo, hay muchos grupos a las cuales te puedes unir y eso es de bastante ayuda pues si eres una persona introvertida, puede ayudarte a conocer gente con gustos similares a los tuyos y de esta manera poder tener amigos y crear conexiones con personas de diferentes edades, religión y diferentes países.  


3.    Campus Colchester 

El campus localizado en Colchester es único pues además de ser moderno y contar con grandes instalaciones, también esta rodeado de Wivenhoe Park, lo cual es un parque con bastantes árboles y vegetación que ayuda mucho a mantener la paz y armonía en el campus además de tener paisajes ideales para estudiar o tomar fotografías para redes sociales. 

Las bibliotecas y todas las áreas cuentan con computadoras con las cuales puedes acceder fácilmente para poder trabajar en tus tareas, ensayos o investigaciones y de esta manera terminar de manera satisfactoria estos mismos.


4.    Amistades verdaderas

La mayoría de los estudiantes internacionales comparten el estar lejos de casa y de su cultura, pero lo bonito y único de esta universidad es que puedes crear amistades y conexiones únicas con estudiantes de diferentes partes del mundo, personalmente hice amigos de varios países como Indonesia, Portugal, Bolivia, Bulgaria, Polonia, Inglaterra, Pakistán, Siria, etc., entonces esto ayuda mucho a aprender y ser tolerante al respetar la cultura y creencias de diferentes culturas y religiones. 

Después de terminar tus estudios tienes la oportunidad de conocer y visitar a tus amistades en sus países de igual manera que ellos te visiten y puedas promover la cultura mexicana con diferentes personas


5.    Profesores altamente calificados 

En la maestría que estoy estudiando (Teaching English to Speakers of Other Languages) los profesores son muy buenos no solamente por su forma de dar clase sino porque tienen varios artículos, libros e investigaciones publicadas, lo cual hace que uno aprenda mas y se sienta motivado a estudiar mas respecto al tema de la maestría.

De igual manera se te asigna un tutor académico el cual estará al pendiente de ti durante tu estancia en la universidad y te apoyaran en todo momento. 

-Eduardo
 

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Estudiar en el Reino Unido: una experiencia transformadora desde la República Dominicana

Giselle_Newcastle

Estudiar en el Reino Unido fue una experiencia inigualable. Soy ingeniera industrial y me dedico a la administración de cadenas de suministros; sin embargo, la mitigación de la contaminación en las mismas se convirtió en mi mayor pasión. Elegí estudiar en el Reino Unido porque, además de ser un país líder en progreso sostenible, representaba una oportunidad inmensa de benchmarking: aprender de primera mano y llevar a mi país, la República Dominicana, nuevas ideas con la esperanza de impulsar un camino más verde.

En lo académico, no puedo negar que la adaptación fue un reto. Los profesores fueron excelentes, los recursos de la universidad superaron mis expectativas, pero el sistema de calificaciones resultó confuso al principio. Lo que marcó la diferencia fue el grupo de amigos que construí en clase. Con ellos compartía notas, recordábamos deadlines, trabajábamos en proyectos y estudiábamos juntos para los exámenes. Esa comunidad académica fue clave para que el año fuera más llevadero.

Uno de mis objetivos personales era mantener hobbies familiares a mi vida en casa. En República Dominicana escalaba en cuerdas, bailaba salsa cubana, tocaba guitarra, cantaba y entrenaba en el gimnasio. Al llegar, busqué recrear ese estilo de vida a través de los clubes universitarios, que no solo me ayudaron a mitigar la nostalgia del inicio, sino que también me facilitaron relacionarme con personas que compartían mis intereses. En el ámbito cultural, decidí desde el primer día explorar lo más posible. Tuve la oportunidad de conocer Londres, Manchester, Edimburgo, Leeds, Oxford, Nottingham, York y, por supuesto, mi hogar durante este año: Newcastle. Si debo recomendar un viaje, sin duda sería Edimburgo: una ciudad mágica que me robó el corazón.

De entre los muchos aprendizajes que me llevo, quiero destacar dos. El primero es comprender la importancia de la comunidad para el bienestar emocional y físico, especialmente en las estaciones frías. Para quienes venimos de climas cálidos, el invierno puede ser difícil y la tentación de quedarse en casa es grande. Sin embargo, mi círculo de amigos me motivaba a salir, disfrutar del tiempo y mantenerme activa, algo que agradecí profundamente. El segundo aprendizaje es que, más allá del trayecto académico, el Reino Unido ofrece muchísimo: desde monumentos naturales y eventos deportivos (fútbol y tenis en particular) hasta conciertos, fiestas temáticas y una gastronomía tan diversa como su gente. Todas esas experiencias no solo ampliaron mis perspectivas culturales, sino que me permitieron sentir de cerca el espíritu de la unión que caracteriza al país.

Antes de llegar, me hubiera gustado saber que el clima británico es tan cambiante e intenso. No es solo que llueva, sino que puede hacerlo varias veces en un mismo día, acompañado de un viento que cambia hasta la dirección de tu caminar. Mi truco de supervivencia fue llevar siempre una hoodie en la mochila, lista para cualquier imprevisto.

En conclusión, estudiar en el Reino Unido no solo fortaleció mi formación académica y profesional, sino que también me transformó a nivel personal. Si necesitas cualquier consejo de este nuevo trayecto, ¡no dudes en escribirme!

-Giselle

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Lo que aprendí al estudiar en el Reino Unido: una experiencia de vida

Claudia Essex

Hubo varias razones que me motivarion a estudiar en en el Reino Unido. Una de ellas fue poder ampliar y profundizar mis conocimientos en el área de la ciencia, además de conocer una nueva cultura, mejorar mi inglés y vivir nuevas experiencias.


Cómo fue mi vida académica, personal y cultural

  • Académica: Me costó al principio porque tenía dos años de haberme graduado, entonces fue un reto volver a ir a clases, estudiar, seguir un horario y presentar exámenes. Sin embargo, los profesores eran muy buenos y estaban muy preparados. Aprendí muchísimo y el nivel académico fue retador. Además, la universidad tenía muchas amenidades; era enorme y parecía una mini ciudad, con restaurantes, bar, antro, espacios para socializar, estudiar… un poco de todo.
  • Personal: Al inicio batallé en adaptarme, sobre todo porque no vivía en residencias y nunca antes me había salido de casa. Pero me encantó aprender a hacer todo por mi cuenta: moverme en camión y metro, cocinar, resolver mis cosas sola… Me sacó mucho de mi zona de confort e hice cosas que nunca creí hacer. También fue fácil hacer amigos porque todos estábamos en las mismas; conocí a mucha gente, aunque me fue mucho más sencillo hacer amigos latinos.
  • Cultural: Me fascinaba la variedad de culturas y poder aprender un poco de cada una, siempre me daba mucha curiosidad aprender de las costumbres y todo este choque cultural que teníamos. Mis compañeros eran de todas partes del mundo. 


Qué aprendizajes me llevo

Aprendí a disfrutar cosas que antes daba por sentado, como el sol. Yo soy del norte de México, donde casi siempre está soleado y hace mucho calor, pero aquí me di cuenta de que el sol es un factor que realmente anima a la gente a salir. También me sorprendió descubrir que podía crear un hogar y una especie de familia al otro lado del mundo.


Qué hubiera querido saber antes de llegar

Subestimé cuando la gente me decía que tomara vitamina D, pero en invierno oscurece a veces desde las 4 de la tarde y sí hace falta tomar vitaminas porque se siente el impacto de tener tan pocas horas de luz. Otra cosa es que el clima es muy variable: un minuto está soleado y al siguiente ya está lloviendo.

-Claudia

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Mi experiencia estudiando en Oxford, Reino Unido

Selene Brookes

Mi acercamiento a Europa fue un descubrimiento muy especial: todo lo que antes era relato o imagen, estaba frente a mí. Había escuchado desde pequeña sobre castillos, reyes, monumentos antiguos y lugares mágicos, pero verlos en persona fue otra cosa; fue como entrar en un cuento. Europa me pareció un lugar lleno de historia viva, de cultura tangible, donde lo que alguna vez fue solo parte de un libro o una película, ahora se desplegaba frente a mis ojos.

Cuando llegó el momento de elegir un destino para realizar mi máster, fue el Reino Unido quien capturó por completo mi atención y mi corazón. Mi decisión fue una mezcla de razón y emoción. Siempre me ha fascinado el acento británico por su elegancia y sutileza, y me atraían profundamente los palacios, los jardines, las universidades históricas y esa arquitectura que parece sacada de un mundo paralelo. Descubrir que muchos de los escenarios de Harry Potter existían realmente fue como comprobar que la magia, en cierto modo, sí es real.

El clima también fue un punto a favor. Me gustan los días fríos, pero también disfruto cuando el sol aparece y pinta el cielo de un azul intenso, con nubes esponjosas que parecen flotar cada momento a distintas velocidades. En la Ciudad de México tenemos sol casi todo el año, pero rara vez se ven esos cielos limpios debido a la contaminación ambiental y visual. En Oxford, en cambio, los días soleados son espectaculares y las noches estrelladas regalan una paz difícil de describir; mirar hacia arriba y conectar con la inmensidad del universo a través del cielo se convirtió en un regalo inesperado. Y claro, siempre me fascinó la manera en que los británicos valoran la educación, la cultura y la historia en cada rincón de su vida cotidiana.

Con esa mezcla de sueños, ilusiones y expectativas llegué a Oxford, y lo que encontré superó todo lo que había imaginado. Mi experiencia universitaria fue profundamente transformadora. Desde el inicio me vi rodeada de compañeros de distintas partes del mundo, lo cual no solo enriqueció las discusiones en el aula, sino también mi manera de ver el mundo. Aprendí que la diversidad no es solo un concepto, sino una vivencia diaria que te enseña a escuchar, respetar y valorar realidades distintas a la tuya.

Académicamente, el reto fue constante. Los recursos que brinda la universidad fueron clave para sentir lo mucho que avancé y aprendí durante este tiempo: desde plataformas virtuales privadas en las que consultábamos estadísticas reales del mundo, reportes y distintos análisis, hasta simuladores diseñados para aplicar de manera práctica nuestros conocimientos de negocios. Una de las experiencias más enriquecedoras fue un el acceso a una práctica que duró una semana con un simulador de negocios internacionales. Todo el grupo se dividió en equipos y cada uno debía crear una empresa de smartphones. Nos organizamos para decidir temas logísticos, financieros, de marketing, estrategia de negocio, diseño e identidad de marca. La dinámica consistía en competir por generar la mayor ganancia posible con los recursos de la plataforma, teniendo presencia en distintos países, cada uno con sus retos específicos. Fue una experiencia intensa y muy completa, donde cada decisión nos obligaba a pensar en la realidad del mercado, y que me permitió confirmar lo mucho que disfruto aplicar la teoría a escenarios prácticos.

Además, la universidad también nos ofreció colaboraciones con Google, lo que me permitió tener acceso a miles de cursos vinculados a la inteligencia artificial y a las herramientas de Google Cloud. Explorar este mundo tan actual y en expansión fue otro de los grandes privilegios de mi formación, ya que pude complementar mis aprendizajes académicos con conocimientos tecnológicos de vanguardia, entendiendo mejor cómo la innovación digital se integra en los negocios globales.

Otro ejercicio que recuerdo con especial cariño fue el de construir una torre de lego con tiempo y recursos limitados. Aunque mi instinto fue asumir el liderazgo de inmediato, decidí conscientemente soltar el control y dejar fluir la dinámica del equipo. Ese momento me enseñó humildad, colaboración y, sobre todo, autoconocimiento.

En lo personal, siempre me sentí acompañada. Los profesores y el personal académico estuvieron abiertos a resolver dudas y apoyar nuestro aprendizaje de una manera cercana y empática. Además, descubrí la importancia del bienestar emocional dentro de la vida universitaria: había espacios diseñados para estudiar cómodamente, sociedades estudiantiles organizadas por Brookes Union que fomentaban el sentido de comunidad, y una visión holística del aprendizaje que me permitió sentir la universidad no solo como un lugar de estudio, sino como un verdadero hogar.

Fuera de las aulas también encontré experiencias que marcaron mi vida. Una de ellas fue colaborar en un voluntariado para niños con enfermedades terminales, donde escribíamos cartas personalizadas para cada uno según sus gustos. Esa actividad me recordó el poder de la empatía y cómo un gesto pequeño puede transformar el día de otra persona. Al mismo tiempo, mi paso por el Reino Unido reforzó en mí una conciencia ambiental más profunda: entendí que cuidar del planeta no es un lujo ni una moda, sino una necesidad urgente y una responsabilidad que todos compartimos.

Respecto a todo el proceso, para mi fue clave asistir y tener las grabaciones de todos los webinars organizados por Across the Pond que me dieron muchísima confianza y claridad. Algunas cosas no las anticipé pero fueron mínimas. Por ejemplo, nunca pensé en empacar una cobija y, al llegar tarde en la noche a Oxford, tuve que improvisar con un par de suéteres. También me enteré demasiado tarde de la gran variedad de deportes y actividades físicas que la universidad ofrecía; de haberlo sabido antes, habría aprovechado más esa oportunidad para mantenerme activa y conocer gente con intereses similares.

Al final, es importante saber que no todo se puede planear y que parte de la magia está en lo inesperado. Lo importante es tener la disposición para aprovechar cada momento, incluso aquellos que no habías considerado. Estudiar en el Reino Unido fue mucho más que una etapa académica: fue un viaje de autodescubrimiento, crecimiento personal y aprendizaje profundo. Me voy con recuerdos, herramientas y valores que sé me acompañarán siempre, y con la certeza de que, más allá de los títulos y los libros, esta experiencia me regaló una brújula ética y personal que guiará mi camino.

-Selene

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De los tacos al Wee Tea: mi aventura en Escocia

Mariana Gabriela

Cuando le dije a la gente en México que me dirigía a Escocia para mi Maestría en Sustetabilidad y Estudios Ambientales en Universidad de Strathclyde, recibí algunas miradas perplejas. "¿Escocia? ¿Dónde está eso? ¿No hace frío?", decían.

Claro, quería vivir en el extranjero y descubrir nuevos lugares, ¿quién no quiere explorar castillos de verdad en lugar de simplemente verlos en películas? Pero más allá de la pasión por los viajes, tenía ganas de algo más. Ya hablaba inglés y sabía que el Reino Unido era un increíble caldero multicultural donde podía conocer gente de literalmente todas partes. Más importante aún, como ingeniera ambiental, sentí que México aún no estaba tan avanzado en temas de tecnologías verde y la conciencia ambiental. Quería aprender desde un lugar donde realmente se preocuparán por el ambiente. Poco sabía que Escocia me daría mucho más de lo que esperaba, incluido un romance y amistades interculturales. 

Al entrar en mi primera clase en Strathclyde, pensé que estaba lista. Pero no para estas nuevas condiciones. En México, los profesores explican todo en detalle y te dan mucho material extra. El estilo del Reino Unido es muy diferente. Necesitas resolver las cosas por ti mismo. Las conferencias son más como muestras: obtienes lo básico, pero el curso principal de aprendizaje ocurre cuando estás haciendo investigación independiente para las tareas y ensayos.

Mi primer ensayo (assignment) regresó con un 70/100. Estaba muy preocupada. En México, eso sería un pasar medio mal. Pero luego mis compañeros de clase me explicaron que obtener un 70 en el Reino Unido es realmente muy bueno. Un profesor incluso nos dijo que obtener el 100% era "prácticamente inalcanzable". Mientras que en México se espera siempre 90 para un buen estudiante.

¿Otro shock académico? El tiempo que tienes para hacer la tesis (dissertation). En México, el trabajo de tesis dura aproximadamente 1.5 años. ¿Aquí? Tres meses. ¡TRES MESES! Suena aterrador, pero en realidad es bastante eficiente. En lugar de investigar indefinidamente, te ves obligado a concentrarte, priorizar y ejecutar rápidamente. La evaluación basada en assignments fue otro ajuste. En lugar de depender en gran medida de los exámenes, la mayoría de las calificaciones provienen de ensayos y proyectos que requieren trabajo independiente. Inicialmente desafiante, pero desarrolla habilidades prácticas que realmente usarás en tu carrera. 

Una vez que entendí cómo funcionaba la cosa por acá, todo cambió. El estilo del Reino Unido no se trata de regurgitar información, se trata de realizar análisis crítico, pensamiento independiente y respaldar tus argumentos con una investigación sólida. Tuve que aprender a cuestionarlo todo, analizar desde múltiples ángulos y presentar mis propias conclusiones. ¿Honestamente? Me convirtió en una mejor investigadora y mejoro mi pensamiento crítico mucho mejor que nunca.

¿Y podemos hablar de la cultura bibliotecaria aquí? Porque es absolutamente encantadora. En México, estudiar significaba estar atrapada en mi habitación con libros de texto. ¿Aquí? La librería Waterstones se convirtió en mi lugar favorito para hacer mis tareas: rincones acogedores, pasteles, café, el olor de los libros nuevos y el "ambiente de café ASMR". La biblioteca de la universidad era igualmente acogedora, con varios espacios para estudiar o escribir ensayos. Hay algo en el ambiente de las bibliotecas y librerías del Reino Unido que simplemente funciona. Tal vez sea la iluminación tenue, tal vez sea la tradición centenaria, pero podría pasar horas allí sin sentirme inquieta. ¡Mucho mejor que mirar las paredes de mi cuarto!

La ‘Unión de Estudiantes’ fue otra agradable sorpresa que no existe en México. La ‘semana de Freshers’ significó cupones de comida gratis (cruciales para cualquier estudiahambre) y actividades como excursiones o exploraciones del país a precios accesibles para los estudiantes. Estas fueron mi puerta de entrada para experimentar Escocia correctamente sin exceder mi presupuesto.

El alojamiento universitario era mi hogar, dulce hogar, literalmente a quince minutos a pie de la universidad (perfecto para esos días lluviosos escoceses). Los gastos de manutención y los servicios estaban incluidos, lo que me ayudó como estudiante internacional. Pero esto es lo que pasa con los depas compartidos: es básicamente una ruleta rusa. Tuve suerte con tres flatmates increíbles, pero... Bueno, al cuarto le gustaba tomar cosas que no eran suyas. ¿Mi consejo? Establece límites y quéjate desde el principio, incluso si te da pena. Porque sí, alguien estaba robando comida y utensilios de cocina.

¿Pero la buena noticia? Uno de esos flatmates se convirtió en uno de mis mejores amigos. Este brillante chico de la India me dio consejos increíbles: dónde comprar las mejores ofertas, cómo tener éxito en los assignments y dónde encontrar un par de mis ingredientes. También tuvimos muchas conversaciones interesantes en la cocina a medianoche con tecito y pastelitos. Comparábamos nuestros países: sus experiencias, las mías y cómo ambos contrastaban con la vida escocesa. Estos no eran solo charlas; ¡Fueron sesiones de intercambio cultural que me enseñaron más sobre el mundo que cualquier libro!

Por otro lado, Glasgow me dejó boquiabierta. Viniendo de México, donde para todo se necesita carro, de repente estar en una ciudad donde podía caminar a todas partes fue liberador. ¡Las banquetas son lo suficientemente anchas para caminar (Imagínate)!, hay árboles en la mayoría de las calles, y la arquitectura y el verdor de la ciudad son simplemente impresionantes.

El West End y el centro de la ciudad se convirtieron en mis áreas favoritas: tienen esta combinación perfecta de vida estudiantil, tiendas, museos, clubes, pubs y hermosos parques. Glasgow es maravilloso. Hablando de tesoros ocultos, otra visita obligada es Wetherspoons. Sus ofertas de comida y bebidas, con o sin alcohol, son absolutamente imperdibles para los estudiantes. Además, abren hasta la medianoche y ofrecen una amplia variedad de opciones de comida.

Pero, honestamente, la mejor parte de estar en Escocia es simplemente... caminar. Ya sea a través de las calles arboladas de Glasgow o haciendo senderismo en las Highlands, cada paso se siente como si estuvieras en un documental sobre la naturaleza. Los paisajes son tan prístinos e impresionantes que me hicieron entender por qué a los escoceses les apasiona tanto proteger la naturaleza.

Además, como ingeniera ambiental, ver el enfoque de Escocia hacia la sostenibilidad me dio esperanza para el futuro. Esto no es solo teórico y aspiracional, aquí la energía renovable está en todas partes, las instalaciones de recuperación de materiales realmente funcionan de manera eficiente y hay objetivos genuinos de cero emisiones con un progreso visible. Caminar y ver turbinas eólicas, sistemas de reciclaje adecuados y edificios diseñados teniendo en cuenta la eficiencia energética fue increíblemente inspirador. En México, hablamos de estas cosas, pero aquí son solo parte de la vida cotidiana. Las experiencias de senderismo también me mostraron la seriedad con la que se toman la preservación del ecosistema. Estos paisajes no solo son hermosos, sino que están protegidos activamente y gestionados de forma sostenible. Me dio la esperanza de que las soluciones ambientales que estoy estudiando pueden funcionar a gran escala.

Por otro lado, aunque pensé que estaba preparada para la diversidad, Glasgow superó todas las expectativas. Hay gente de literalmente todas partes, y aunque los latinos somos definitivamente una minoría, eso hizo que encontrarnos fuera aún más especial. Entre mis amigos cercanos se encuentran personas de Indonesia, India, Chile, Escocia y Arabia Saudita. Hay algo en la experiencia compartida de ser estudiantes internacionales que crea vínculos instantáneos. Y cada vez que conocía a otros latinos, era como encontrar miembros de la familia: comprensión instantánea.

Los restaurantes de todos los rincones del mundo significan que siempre estás descubriendo nuevas cocinas, aunque tengo que advertirte: lo que llaman comida "mexicana" aquí es básicamente Tex-Mex en el mejor de los casos. ¿Consejo? Trae tus ingredientes.

Sobre el idioma, llegué pensando que mi inglés estaba bien. Después de todo, podía ver películas y leer libros en inglés. ¿Pero acentos internacionales y escoceses? Ese es un juego completamente diferente. Esas primeras semanas, me encontré constantemente preguntando "Lo siento, ¿podrías repetir?" Pero, una vez que tu oído se adapta, te das cuenta de que el inglés escocés no solo es diferente, sino que es increíblemente expresivo y cálido. Además, aprender las expresiones locales me hizo sentir más como una local y menos como una turista. Las diferencias de vocabulario también fueron divertidas. Pequeños ajustes, pero todos se suman para sentirte más integrado.

Además, aquí hay algo sobre lo que no esperaba escribir, pero es probablemente la parte más importante de mi experiencia: aprendí a creer en mí misma. Viniendo de una universidad estatal en México (ni siquiera entre las 5 mejores), estaba aterrorizada de no poder competir con estudiantes de prestigiosas instituciones de todo el mundo. ¿Pero sabes qué? En varios temas (microbiología, gestión del agua, gestión de residuos, salud pública), en realidad sabía tanto o a veces más que mis compañeros de clase. ¡Todos esos años de experiencia práctica y educación en ingeniería mexicana me habían preparado mejor de lo que pensaba!

El entorno ayudó enormemente. En México, si te equivocas la gente se burla de ti. Aquí, los profesores y compañeros de clase aprecian incluso los esfuerzos más pequeños y realmente intentan incorporar tus ideas. Al dar retroalimentación, siempre destacan primero lo que hiciste bien. Para una persona tímida como yo, este enfoque fue muy alentador.

También aprendí a apreciar más mi herencia y apariencia. Los estándares de belleza de México son bastante eurocéntricos, pero estar en un entorno tan diverso me ayudó a darme cuenta de que el color de mi piel y mis rasgos están bien exactamente como son. Realmente me siento más seguro y cómoda en mi propia piel ahora.
¡Ah, y descubrí que en realidad me gusta la cerveza y la sidra! ¿Quién lo diría? Ir a los pubs y de antro se convirtió en una verdadera diversión, especialmente sabiendo que como mujer podía vestirme como quisiera sin preocuparme por el acoso. Esa sensación de seguridad y libertad no tiene precio.

Y aquí hay algo que no mencionan en los folletos universitarios: ¡podrías conocer al amor de tu vida! Hay algo en la experiencia compartida de ser estudiantes internacionales, navegar juntos por una nueva cultura y apoyarse mutuamente a través de nuevos desafíos que crea conexiones profundas. Ya sea que se trate de sesiones de estudio o de explorar Escocia juntos los fines de semana, las relaciones que se forman aquí tienen una intensidad y autenticidad especiales. Además, hay algo increíblemente romántico en descubrir un nuevo país con alguien especial a tu lado. Desde visitas al castillode Edimburgo hasta caminatas por las Tierras Altas, cada experiencia se vuelve más significativa cuando se comparte.


Finalmente, Guía de supervivencia: lo que todo estudiante mexicano necesita saber

¡TRAE COMIDA MEXICANA! No puedo enfatizar esto lo suficiente. Lo que llaman comida mexicana aquí es malísima. Trae tortillas, chocolate, café, sopa de pasta, salsas, chile, chocomilk, Maseca, ¡no es broma! Los vas a extrañar mucho.
Preparación para el invierno: Toma suplementos de vitamina D. La falta de luz solar es real y afecta tu estado de ánimo y energía. Pero aquí está la cosa: no es necesario que traigas chamarras o cobijas pesadas. Todos los edificios tienen calefacción y se usan duvets en lugar de cobertores. Solo cómprate una buena chamarra de invierno de Mountain Warehouse (¡excelentes descuentos para estudiantes!) cuando llegues.
Cosas prácticas: No necesitas dinero en efectivo, las tarjetas funcionan en todas partes. Comienza a viajar y explorar desde que llegas porque el tiempo vuela. Haz amigos y no tengas miedo de hacer preguntas: las personas generalmente son amables y comprensivas.
Aviso cultural: Los lugares cierran muy temprano (alrededor de las 5 p.m.), así que planea tus salidas. El transporte público es fantástico: no necesitará manejar lo cual es liberador y barato.
Lo más importante: mantente en contacto con tus amigos y familia, pero no dejes que la nostalgia le impida disfrutar esta experiencia.


Por qué esta aventura lo cambió todo

Lo que comenzó como un deseo de ver castillos y aprender sobre sostenibilidad se convirtió en una transformación personal completa. Me volví más segura, más consciente culturalmente, más rigurosa académicamente, y sí, encontré el amor en el camino.

Escocia no solo me dio una maestría, me dio una nueva perspectiva sobre mis propias capacidades, mi herencia y lo que es posible cuando sales de tu zona de confort.

¿Lo volvería a hacer? En un abrir y cerrar de ojos. La combinación de desafío académico, diversidad cultural, conciencia ambiental y oportunidades de crecimiento personal hace que estudiar en Escocia sea una inversión increíble más allá de su título.

A cualquier estudiante mexicano que esté considerando este viaje: empaca tus tortillas, trae tu curiosidad y prepárate para la aventura de tu vida. Escocia está esperando, y créanme, es incluso mejor que las películas.

-Mariana Gabriela

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Mi maestría en Escocia: de los retos del inglés a la mejor experiencia de mi vida

Luis Strathclyde

Estudiar en el Reino Unido. Una de las principales razones que me motivaron a estudiar en el Reino Unido fue el reto de conocer y adaptarme a una nueva e interesante cultura como la británica, así como a otro idioma y a otro exigente sistema educativo. Asimismo, ver a mi país y al mundo desde otro ángulo, para obtener una perspectiva más amplia, me generó gran motivación para vivir esta experiencia.

Para el proceso de aplicación a la universidad, recurrí a Across the Pond. Su orientación fue clave para comprender los requisitos del posgrado, preparar la documentación necesaria y gestionar el proceso de admisión de forma estructurada. Además, me brindaron información valiosa sobre fuentes de financiación, entre ellas la Beca Chevening, la cual afortunadamente obtuve.

Uno de los mayores retos que enfrenté fue cumplir con el requisito de inglés. Las universidades del Reino Unido establecen estándares altos, ya que es fundamental comprender y comunicar ideas con precisión en el entorno académico y profesional. Mi camino para obtener la certificación fue retador: en total, presenté varios exámenes de certificación de inglés (5 IELTS, 1 TOEFL iBT y 5 Oxford ELLT), logrando finalmente la puntuación que necesitaba en mi intento número 11.

Mi preparación fue exhaustiva y constante; sin embargo, nunca perdí de vista mi objetivo. Siempre buscaba diferentes medios y métodos para mejorar mis habilidades en el idioma, asegurándome de practicar a diario con disciplina y determinación. Tenía claridad sobre mi meta y lo que significaba para mí, por lo que estaba convencido de que cada intento, cada esfuerzo y cada momento de práctica me acercaban a mi objetivo.


La mejor experiencia de mi vida

Estudié el grado de MSc en Advanced Mechanical Engineering with Aerospace en la Universidad de Strathclyde, en el corazón de Glasgow, Escocia. La Universidad ofrece un excelente servicio y atención para los estudiantes; existen numerosas sociedades estudiantiles y eventos sociales para conocer nuevas personas, ampliar las redes de contactos y desarrollar nuevas habilidades. El personal de la universidad siempre fue muy atento y amable, y contamos con una biblioteca extraordinaria. Además, tuve profesores muy preparados, siempre dispuestos a resolver cualquier duda.

Vivir en Glasgow y en Escocia es una experiencia única, pues hay un gran legado cultural e histórico, edificios y castillos hermosos, eventos divertidos e interesantes, ¡además de paisajes impresionantes! Desde ciudades como Glasgow, Edimburgo y Stirling, hasta escenarios que te roban el aliento como la isla de Skye y el famoso Loch Ness en Inverness. El otoño es una de las estaciones más hermosas: la ciudad se viste de un color café espectacular.
Vivir en Glasgow y, sobre todo, en Escocia, es sinónimo de estar en una de las regiones más amigables del mundo. ¡Te sientes como en casa! Siempre encuentras a alguien dispuesto a ayudarte en algún momento en que lo necesites.
La experiencia cultural resultó fascinante y llena de momentos inolvidables. Conocí personas de distintos rincones del mundo, tales como: Líbano, Etiopía, Colombia, Irak y Bosnia, que compartieron conmigo su visión del mundo y de mi país, además de enseñarme sobre su gastronomía, tradiciones, música y costumbres. Fue como recorrer el mundo sin salir de Glasgow.


Los aprendizajes

Los aprendizajes que me llevo van mucho más allá de lo académico. En el aula adquirí conocimientos de alto nivel, aprendí nuevas metodologías y desarrollé una visión global de mi área de estudio. Pero lo más valioso fueron las lecciones de vida: la perseverancia, la paciencia y la determinación para comprender que los sueños se alcanzan con esfuerzo constante.

Confirmé que los obstáculos son difíciles, pero no deben ser una barrera, sino una oportunidad para crecer. Presentar el examen de inglés tantas veces me enseñó que cada intento no era un fracaso, sino una ocasión para descubrir en qué debía mejorar. También aprendí el poder de la resiliencia: adaptarme a un entorno nuevo, con otra cultura, otro idioma y otra forma de pensar, me hizo más fuerte y flexible.

Culturalmente me llevo el aprendizaje de haber convivido con personas de todo el mundo. Entendí que la diversidad no solo enriquece, sino que también abre la mente y rompe prejuicios. Hoy valoro más la empatía, la colaboración y el respeto por lo nuevo y diferente.

Me llevo la certeza de que estudiar en el extranjero no es solo una experiencia académica, sino una transformación personal profunda que me acompañará toda la vida.


Lo que el viaje me enseñó, más allá de lo imaginado

La adaptación lleva tiempo, y no pasa nada si al inicio las cosas parecen abrumadoras. Hoy confirmo que esos sentimientos son parte natural del proceso y que, con paciencia y apertura, se transforman en aprendizajes.
Es importante tener presente que pedir ayuda no es una debilidad, sino una fortaleza. Profesores, compañeros y la comunidad siempre están dispuestos a apoyar si uno se abre y lo solicita. Cada desafío cultural o académico es, en el fondo, una oportunidad para crecer y descubrir nuevas capacidades en uno mismo.

No es necesario tener todas las respuestas al llegar. Permítanse equivocarse, aprender de esos momentos, confiar en ustedes mismos y disfrutar cada etapa del camino.

Agradezco a mi asesora y a Across the Pond por acompañarme en el proceso, así como a las Becas Chevening FCDO por ayudarme a lograr este sueño.

Mis mejores deseos para que ustedes también cumplan los suyos.

-Luis

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Cómo mi máster en el Reino Unido se convirtió en el mejor año de mi vida

angeles strathclyde

Dónde Comenzó Mi Sueño. Desde los 17 años, soñaba con estudiar en el extranjero. Siempre sentí que la mejor manera de crecer era salir de lo que ya conoces, así que me prometí a mí misma que algún día haría mis estudios de posgrado fuera de México. Para mí, el Reino Unido siempre fue el lugar indicado. Sus universidades son de clase mundial, llenas de oportunidades, y me fascinaba lo innovador que es el país, no solo en ciencia y tecnología, sino en muchos otros campos.

 

Cómo llegué al Reino Unido

Después de 7 años de solo soñarlo, finalmente ese sueño se convirtió en una realidad gracias a la beca Women in STEM del British Council. Con su apoyo económico y el asesoramiento de Across The Pont durante mi proceso de aplicación, me mudé a Glasgow para estudiar un MSc en Ingeniería Biomédica en la Universidad de Strathclyde. Desde el principio, fue como abrir un nuevo capítulo en mi vida. Al principio, todo era abrumador: un nuevo idioma, un sistema educativo diferente e incluso la comida y el clima eran desconocidos. Pero poco a poco, todo comenzó a sentirse familiar. Mis profesores fueron muy comprensivos y, pronto, me encontré aprendiendo cosas que nunca imaginé, descubriendo nuevas pasiones que ahora me motivan a perseguir un doctorado en ingeniería de tejidos.

 

Lo mejor de mi año de maestría

Una vez que me familiaricé con mi nuevo entorno, empecé a darme cuenta de la cantidad de oportunidades que ofrece el Reino Unido, no solo académicamente, sino también para establecer contactos, intercambiar culturas y desarrollarme profesionalmente. Más allá del aula, vivir en Glasgow fue toda una aventura. Viniendo de un pequeño pueblo en México, aprecié la calma de la ciudad, pero al mismo tiempo me encantaba que siempre hubiera algo que hacer. Incluso descubrí un nuevo hobby: tomar clases de baile, mientras disfrutaba cenas con mis amigos y exploraba la vida nocturna.

Pero lo que realmente hizo que el año fuera inolvidable fueron las personas que conocí. Hice amigos de muchas partes del mundo que rápidamente se convirtieron en familia. Compartimos las mismas dificultades y alegrías, y esas conexiones hicieron todo mucho más fácil. Ahora, cuando pienso en países como Francia, Tailandia, Taiwán, Irán y China, no solo veo mapas: recuerdo a las personas que conocí y los recuerdos que creamos juntos.


Mi mayor aprendizaje en el extranjero

Mirando hacia atrás, lo académico fue solo una parte de la experiencia. Vivir en el extranjero también me cambió de maneras que no esperaba. Me sacó de mi zona de confort y me enseñó que soy más fuerte y capaz de lo que pensaba. Aprendí a valerme por mi misma, en otro idioma, lejos de mi familia, y aún así encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. No siempre fue fácil, pero esos desafíos me ayudaron en convertirme en alguien con más confianza, independencia y una mente más abierta.


Lo que le diría a mi yo del pasado

Si pudiera volver en el tiempo y hablar con mi yo del pasado, le diría esto: una vez que te vas al extranjero, todo cambia: tus relaciones con familia y amigos, tu manera de ver el mundo e incluso la forma en que te ves a ti misma. Y, por supuesto, añadiría un consejo práctico: ¡lleva tantos snacks mexicanos como puedas (y definitivamente una buena chamarra! toma tiempo acostumbrarse al clima).

Estudiar en el Reino Unido fue, sin lugar a dudas, el mejor año de mi vida. No se trató solo del titulo universitario, sino de las personas que conocí, las oportunidades que descubrí y la persona en la que me convertí en el proceso. Vine aquí con el sueño de estudiar, pero me voy con mucho más: una nueva familia de amigos, una mayor confianza en mí misma y la certeza de que el mundo está lleno de de oportunidades si tienes el valor de tomarlas.

-Ángeles

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Mi experiencia de doctorado en Nottingham

Luisa Nottingham

Voy a ser honesta: llegué a la Universidad de Nottingham para empezar el programa de doctorado en Teoría Crítica y Estudios Culturales con mucho miedo. Aunque años atrás había cursado una maestría en el Reino Unido y conocía de primera mano lo que significa estudiar en el extranjero, sentía que el doctorado era un salto mucho más grande, una exigencia de otra magnitud. En un frío enero, empaqué una maleta con mis mejores chamarras, una buena reserva de comida mexicana y, sobre todo, todo mi miedo.

Para mi sorpresa, el miedo se quedó guardado entre la ropa. Desde el primer día, Nottingham me mostró que la exigencia académica no tiene por qué confundirse con desgaste, ni la calidad con expectativas imposibles. Estar en un programa riguroso significa también estar en un espacio pensado para el crecimiento de quienes lo habitan: con recursos disponibles, con espacios que invitan a la investigación y, sobre todo, con una comunidad que escucha y dialoga, que se preocupa por el desarrollo de cada uno de sus integrantes.

La Universidad de Nottingham me ha dado un lugar para explorar mi voz, poner a prueba mis ideas y crecer como investigadora sin perder de vista lo humano. Aquí he descubierto que la excelencia no asfixia, sino que inspira; que la exigencia no paraliza, sino que impulsa; y que el miedo, después de todo, puede quedarse en la maleta. 

-Gabriela

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Mi experiencia estudiando Arquitectura en Nottingham

Ingrid Daniela Nottingham

La primera vez que visité Londres fue acompañando a una exjefa que dirigía un taller de verano de arquitectura en Barcelona. Como parte del programa, pasamos una semana en Londres visitando prestigiosas escuelas de arquitectura, proyectos icónicos y firmas como ARUP, Zaha Hadid Architects y la Architectural Association. Fue una experiencia que me abrió los ojos como arquitecta; me enamoré de la riqueza arquitectónica de la ciudad y sembró en mí la idea de volver algún día para estudiar un posgrado.

Cuando llegó el momento de hacer una maestría, el Reino Unido se sintió como la elección natural. Desde pequeña crecí muy influenciada por la cultura británica, mi papá y yo compartimos un amor por la música, cine o series de televisión británicas. Cada vez que algún artista británico visitaba México, íbamos juntos a verlos: Paul McCartney, Roger Waters, Blur, Arctic Monkeys… Crecer con esa influencia hizo que vivir en el Reino Unido fuera un sueño hecho realidad. Ahora, en Nottingham, es aún más especial poder asistir a conciertos locales en Rock City y tener al alcance de la mano a artistas legendarios con los que crecí, como The Waterboys, Peter Hook de Joy Division, Jake Bugg o Echo & the Bunnymen. Tener una escena musical y cultural tan vibrante y tan cercana ha sido una de las partes más disfrutables de esta experiencia.

Elegí la Universidad de Nottingham por su sólida reputación en Arquitectura y específicamente por su fortaleza en diseño sostenible, un campo que me apasiona profundamente y que aún está en desarrollo en México. Mi curso, el MArch en Architecture and Sustainable Design, ha sido desafiante en el mejor sentido. Me ha dado nuevos conocimientos relevantes sobre sostenibilidad en el entorno construido y me ha abierto la puerta a una posible carrera en consultoría sustentable, un campo que ahora quiero explorar más a fondo.

Mudarse a Nottingham también significó un cambio de ritmo revitalizante. Viniendo de Ciudad de México, una metrópolis enorme y vibrante, con un movimiento constante y traslados largos llenos de tráfico, encontré que el ambiente más local y amigable de Nottingham era muy acogedor. Es una ciudad de tamaño mediano con el equilibrio perfecto entre naturaleza y entorno urbano. Me ha encantado tener todo a distancias caminables, pasear por senderos rodeados de vegetación y disfrutar de un estilo de vida más pausado. La Universidad de Nottingham es considerada uno de los campus universitarios más verdes del Reino Unido, y puedo confirmar que hace honor a esa reputación, es un lugar hermoso para estudiar y nunca olvidaré la alegría de ver conejitos saltando mientras iba a clases.

Por supuesto, mudarse al extranjero no está exento de desafíos. Para mí, la nostalgia fue la parte más difícil. Extrañaba mucho a mi familia y amigos, y hubo momentos en los que la distancia se sentía abrumadora. No sólo los extrañaba a ellos, sino también las pequeñas rutinas diarias en casa: compartir comidas en familia, salir con amigos después del trabajo, celebrar tradiciones únicas de México y, por supuesto, la comida. Nada se compara con los sabores y la calidez de la gastronomía mexicana.

En Latinoamérica solemos crecer con la idea de que los países europeos o Estados Unidos están mucho más avanzados que nosotros en educación y oportunidades. Al principio me preocupaba cómo se compararía mi formación académica en un entorno tan competitivo como el del Reino Unido. Pero para mi sorpresa, pronto me di cuenta de que mi educación en Ciudad de México me había preparado increíblemente bien. He tenido un buen desempeño en mis clases y estoy agradecida por la sólida base que me dieron mis profesores y mentores en casa. Me llenó de orgullo ver que las habilidades y conocimientos que adquirí allá están a la altura de lo que he encontrado aquí.

Algo que me ayudó a sobrellevar los altibajos emocionales fue involucrarme en la vida social de la universidad. Disfruté especialmente asistir a eventos organizados por las sociedades de estudiantes hispanos y mexicanos, donde conecté con personas de orígenes similares que, en ocasiones, me hicieron sentir como en casa. También creo que es esencial no aislarse. Concéntrate en tus estudios, sí, pero también sal, conoce gente nueva y explora. Viaja siempre que puedas, aunque sólo sea dentro del Reino Unido, hay muchísimo por descubrir. Este equilibrio entre el crecimiento académico y las experiencias sociales hizo que mi estancia aquí fuera verdaderamente inolvidable.
¿Recomendaría estudiar en el Reino Unido? Sin duda. Pero también aconsejaría a los futuros estudiantes que planifiquen con antelación y se informen bien si piensan quedarse a trabajar después, en algunos campos puede ser difícil encontrar oportunidades.

Este año me ha dado un crecimiento académico, profesional y personal invaluable. Estudiar en el Reino Unido ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.

-Ingrid Daniela

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Cómo hice amigos e integré mi vida en Leeds

Sandra 3 Leeds

“Sigue adelante, no mires atrás”, fueron las palabras que mi papá me dijo mientras me despedía de mi familia en el aeropuerto. Al escucharlas, todos mis esfuerzos por no llorar se vinieron abajo. Aunque venir al Reino Unido para estudiar una maestría era un sueño que había tenido desde hace mucho tiempo, dejar la calidez del hogar era algo que me daba miedo. Ver a mi papá, el hombre que nunca llora, con los ojos llenos de lágrimas, me hizo sentir una mezcla de tristeza y orgullo. Sabía que estaba orgulloso de mí y tenía la intención de seguir su consejo. Con un último abrazo, emprendí un viaje de doce horas hacia la ciudad que se convertiría en mi segundo hogar.
Desde el primer día, la universidad facilita conocer personas. Los primeros amigos que hice fueron durante el trayecto en autobús de Manchester a Leeds. Al platicar, nos dimos cuenta de que todos éramos estudiantes de maestría de América Latina, y por coincidencia, nos quedaríamos en la misma residencia. Esa noche caminamos juntos desde la universidad hasta la residencia St. Marks. Estábamos un poco perdidos y cargando nuestras maletas, pero felices de habernos encontrado.


Semana de orientación internacional

Una oportunidad imperdible para hacer amigos es asistir a la Semana de Orientación Internacional. A través de las conferencias, seminarios, actividades y fiestas organizadas, puedes conocer personas de todas las nacionalidades. No te preocupes si no recuerdas todos los detalles de quienes conoces, porque probablemente los volverás a ver en el próximo evento. Aprovecha la cercanía y familiaridad que ofrece esa semana para fortalecer los lazos iniciales. Te recomiendo mantener el contacto por redes sociales y no tener miedo de escribirles.


Mejora tu currículum y haz conexiones a través de las sociedades estudiantiles

Los días 23 y 24 de septiembre se realiza la Feria de Bienvenida, donde se presentan muchas sociedades a las que puedes unirte, tanto si eres estudiante de licenciatura como de posgrado. Visita los stands en la feria, pero también explora la página de “Clubs y Sociedades” para conocer los más de trescientos grupos que podrías integrar. Yo me uní a la sociedad “Women in Leadership”, donde pude hacer red con mujeres afines y asistir a eventos que fortalecieron mis habilidades profesionales.

Además, existen actividades llamadas “Give it a Go (GIAG)”, donde puedes participar en eventos antes de decidir si deseas unirte oficialmente a una sociedad. Sigue sus redes sociales para estar al tanto de las fechas. Yo asistí al evento social de la sociedad LATAM, lo cual fue una gran oportunidad para conocer a la comunidad que más me hizo sentir cerca de casa. En su siguiente GIAG, fuimos a una discoteca con música latina. Gracias a la sociedad, descubrí varios lugares relacionados con la cultura mexicana en Leeds. Te recomiendo buscar los grupos que te conecten con tus raíces, ya que ayudan a reducir la nostalgia mientras estudias en el extranjero.


No tengo dudas de que vas a disfrutar tu estancia en Leeds

Aunque hacer algo fuera de tu rutina puede ser difícil, aprovecha todos los eventos y actividades que organizan la universidad y la unión de estudiantes. No tengas miedo de integrarte en comunidades con las que te identifiques, pero también mantente abierta a aprender sobre otras culturas. Muy pronto descubrirás, como me pasó a mí, que Leeds es una ciudad acogedora donde tus nuevos amigos se sienten como si los conocieras de toda la vida.

-Sandra Carolina

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